domingo, 1 de marzo de 2009

Arriba Berto!!!!!

(Dedicado a quien de hijas y nietos es Héroe, y mi Villano en el truco. Gracias por el material)

En una ciudad llena de edificios, en una noche que podría haber sido calma, dos gigantes combaten, en una lucha titánica.... sin precedentes.

La cuidad bajo ellos, los edificios apenas rozan la altura de sus tobillos, y ellos combaten indiferentes de lo que ocurre a sus pies.

Un monstruo de formas lagarteras vs. un hombre de pelos blancos y barba candado.

Sé que al lector puede parecerle ridícula la imagen pero esto realmente sucedió.

La batalla estaba el pleno fragor, ambos, enemigos de siempre, luchaban despiadadamente, uno por el dominio y la destrucción, el otro simplemente porque era su tarea, contener y detener tanta maldad. Él, padre, con nietos a la vez, hombre grande sin duda, que tiene la responsabilidad por sobre su familia, por encima de su bien estar, lucha… a muerte si es necesario, en ese momento no piensa eso, solo actúa.

Golpe tras golpe logra hacer una minúscula diferencia…. hasta que en un acto casi suicida… abraza a la bestia, entrelazando sus dedos como nudos de marinero, con el afán de no soltarla, no sabe bien por qué lo hace, o para qué lo hace, solo lo hace, lo lleva el impulso heroico de ser el vencedor de esta lucha.

Los diálogos son muy guturales, casi onomatopéyicos, como bien lo debe saber quien alguna vez se vio en la situación incómoda de la pelea física.

No estamos para debatir si es lo correcto o no, solo soy el cronista de este combate…. a muerte si es necesario.

La bestia trata de soltarse pero él se lo impide, no cede, sabe que de hacerlo, sus posibilidades de triunfo serían mínimas, en la distancia la bestia lleva la ventaja, y vencerlo en ese escenario es casi imposible, por eso se arriesgó a acercarse…. no dejó de sostener…su vida dependía de eso, así que fue por más e intentó empezar a apretar. Tal vez ese fue su error, o tal vez no tuvo en cuenta las horas de combate, y el cansancio empezaba a hacer lo que su instinto le negaba a toda costa… ceder… ceder por fatiga.

El peor instante, creo yo en la batalla, es saberse ganador pero ver como el cuerpo no te acompaña. Los dedos se le empezaban a resbalar, mitad fatiga, mitad transpiración. Nuestro héroe claudicaba en contra de su propia voluntad, en contra de su propio deseo incluso.

Hasta que no pudo más, la bestia con un tirón violento, lo estampó contra el piso, el estallido fue gigante, extremadamente gigante, casi como una explosión.

Intentó levantarse, pero simplemente logró sentarse, transpirado, cansado, con la mirada extraviada, no reconocía ni dónde estaba,  pero tenía intacto el deseo de seguir, casi imparable. De pronto, una voz lo desconcentró…. Una voz familiar que le decía…

 

BERTO QUE HACES DESPIERTO Y EN EL PISO?????

Solo atinó a responderle, con unas leves lagañas en sus ojos:

Nada, seguí durmiendo que yo peleo con Godzilla….

 

Hay que reconocerle que era un combate soñado, no?





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3 comentarios:

Augusto dijo...

Jaaajajajajajajaaaajajajajajajajajajajajajajajajaaaaaaaaaaajajajaajajaajajajaajaaj.

Anónimo dijo...

Muchas gracias!!! Es una caricia al ego. Es simplemente maravilloso y divertido.

Mar dijo...

Agus:

imaginate como fue la versión original.

Chino:
gracias a vos y vamos por mas sueños.... pregunto... sera hereditario????