jueves, 26 de marzo de 2009

Al fin caíste Claudio!!!!

En una habitación oscura, hay un escritorio de madera iluminado por una luz muy sencilla, sobre él, un papel en el que Claudio, escritor, se dispone a comenzar su novela.
Hay silencio, necesita concentración, pero ese día no sería como siempre.
En el preciso instante en que se dispuso a tocar con su pluma el papel, un hoyo se abrió bajo la silla y cayó en un profundo abismo sin fin. Primero sintió miedo, luego, ya resignado del final inevitable, empezó a mirar el paisaje que pasaba como borrones ante su vista. Logró distinguir caras, cuerpos, imágenes que iban y venían como una secuencia de fotos. Primero vio a sus personajes, el Dr. Strauss, Rupert, El loco y su cuerda, la parejita del manicomio, los pelos, la corredora de autos, el bando invasor…todos…. Luego a sus amigos, familia, mascotas, era todo un decorado de imágenes de un pedazo de su vida. Se vio en sus tardes de Alejandro Dumas y el Condenado Conde vengativo, sus noches de corazones delatores de la mano de Poe, los misterios de Conan Doyle y su Sherlock, sus amados Gabo, Saramago (para él era pepe), Cortazar, Benedetti, y otros. Se vio en 100 años, jugando en Macondo a la rayuela mientras hacía un trato camino a la caverna.
Todo era imagen, y junto a ellas lo que en esos instantes sentía, lloraba, reía, se angustiaba, se alegraba, todas las emociones que las letras le hicieron sentir en su momento las volvía a catar, una por una.
Vio el apoyo de sus amigos, la crítica de aquel anónimo que bastardeó su blog, y el amor incondicional de los incondicionales.
Se vio en el consultorio del Dr. Strauss, en el manicomio, en la plaza, en el Círculo de 5 sabiendo el secreto oculto de los cinco que son 4. Imágenes de su propia vida, de su propio pasado le fueron llegando, tanta gente…. Y tan poca a la vez… tan pocos eran tan importantes… como resumen era extenso y como texto breve.
Fue ahí cuando se dio cuenta que seguía cayendo, que no había llegado el impacto final, pero no le importó, ya estaba jugado, además quien lo iba a socorrer? Quien podía estar en ese abismo en el que caía sin parar?.
Todo su universo giraba a su alrededor, todo daba vueltas, todo veloz y borroso.
De fondo escuchó un ruido seco pero suavecito, que nada tenía que ver con lo que estaba viviendo, su curiosidad fue más fuerte, como siempre lo era en él, y se propuso descubrir qué era.
Se concentró tanto, pero tanto, que logró entender que el ruido era de lápices que caían.
Entonces entendió todo y decidió volver, se había dormido sobre el escritorio. Estaba sobre aquel papel en él, debía escribir algo….
Una leve sonrisa se dibujó en su rostro, la epifanía había llegado….
Tomó la pluma, la cargó en el tinterito que tenía enfrente, acomodó las hojas y con pulso firme escribió…

Réquiem para un testamento…

“Hoy no sé qué escribir, y como siempre escribo lo que siento hoy siento… que no sé qué escribir….”

Dobló el papel, se sentó en el sillón de la sala contigua y se puso a mirar los Exitosos Pells, mientras pensaba…

Mas si, que tanta mierda!



Creative Commons License
This obra by Marcelo Argüello is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 2.5 Argentina License.

6 comentarios:

chino dijo...

Me suena a Pity.
Pila pila pila...

Mar dijo...

Chino:

A veces me pasa cuando me pongo a penar y me pregunto "que pasa que hoy no se me ocurre nada?" jaja la mecánica de escribir....

Augusto dijo...

Non calentarum, largum vivirum.
Si hasta Serrat escribió "No hago otra cosa que pensar en ti".

Mar dijo...

Augusto:

es cierto, solo que a veces no soy consciente que no hago otra cosa mas que pensar.. y ansío el momento en que esa idea salga de mi cabeza y vaya al papel! Ansioso yo??? jijij

Unknown dijo...

Hay una canción que de Charly... que dice Miro alrrededor, heridas que vienen sospechas que van y ahí estoy pensando en el alma que piensa y por pensar no es alma, desarma y sangra... Resumen, hay que sacar la basura todos los días. Besos. Adri

Mar dijo...

Adri:

Lo bueno de nuestra mierda es que no tiene impuesto un horario en particular para ser sacada, lo malo es que es un producto inagotable.