sábado, 11 de abril de 2009

Memorias reales VI

La noche de los besos

Recuerdo que a mis jóvenes 6 años, mi padre y mi madre emprendieron la aventura de llevarme al cine a ver una película que era prohibida para menores de 13, el primer intento fue en el cine Ateneo de San Martín, mi madre discutió con el boletero que se negó a venderle la entrada porque yo era menor, ella, por su parte, alegaba que era un menor acompañado de sus padres, todo fue fútil y emprendimos la retirada, mi madre lejos de rendirse, paso al plan B, mientras mi padre me consolaba diciéndome, Pichón va a salir todo bien, dale tiempo al tiempo, paramos en el cine Majestic de Ballester, mi madre me agarró de los hombros me clavó su mirada de autoridad y me dijo, No te rías porque te faltan los dientes y se nota, y así, con tremenda tarea en mi espalda, entramos al cine, sin dudar, ni preguntar. Sacamos 3 entradas, yo estaba rojo, no por la vergüenza sino por el esfuerzo de no reírme, como todos sabemos la más traicionera de las emociones es la risa que es imposible de contener y que tiene más fuerza para salir cada vez que nos proponemos estar serios.
El caso fue que ese día, fui al cine a ver la película que tanto deseaba ver, con mis padres a mi lado, los tres disfrutamos de “Kiss contra los fantasmas”, a los dos días mi mamá me regaló Dinastía, el disco (si digo bien DISCO no había CD en aquella época) que era la banda de sonido.
Es una anécdota sin más, luego pasaron los años y tuve la oportunidad de ver a la banda un par de veces en vivo, pero por suerte todo no terminó ahí.
Hace poco, el 5 de abril del 2009 para ser exactos, mi amigo Ogui me regaló 2 entradas para verlos nuevamente, pero esta vez decidí cambiar de compañía y llevar a quien se jugó para que yo fuera al cine a verlos. Mi padre, falleció, así que eran solo Mamá y Marce.
La situación era rara, al menos para mí, una mujer de 60 años largos con su hijo de 37 caminando entre rollingas y metaleros, haciéndose paso y dejándose palpar camino al estadio.
Llegamos al lugar, nos ubicamos y esperamos que la explosión se hiciera presente. Aquellos que vieron a Kiss alguna vez entenderán lo que digo… caras pintadas por todos lados, pelos largos y fachas de metal, puro metal, rodeaban a una mujer de 60 años que tenía bajo su brazo una cartera de cuero color crudo que hacía juego con su pantalón.
Lo que siguió fue maravilloso. Ver a mi madre, ejemplo para mi de millones de cosas, algún día las escribiré, verla decía, cantar las canciones, mover la cabeza al ritmo de la guitarra, aplaudir, gritar de alegría, solo le faltaba hacer pogo, y grito cartón lleno. Ver eso era maravilloso, me daba alegría y me divertía mucho, hasta que una idea me golpeó la cabeza y me sacudió el corazón, en ese momento no puede mas que abrazarla y decirle, Que bárbaro Betty (así la llamo yo), ayer 30 años atrás te peleabas con el boletero para llevarme al cine a verlos y hoy soy yo quien te trae al estadio para que los veas…, no lo voy a negar. Una lágrima tímida, más en el entorno metalero que había, pero muy sincera humedeció mi rostro, mi vieja me miró, me regalo su enorme sonrisa, y me dijo, Qué te pasa pibe, si no me traías eras boleta!, nos reímos mucho y seguimos con el ritual.

Esa noche me di cuenta lo cíclico de la vida y que si sabemos vivirla, el ciclo es mágico porque nos devuelve alegrías, y emociones potenciadas y añejas por los años.

A la salida, entre elogios al baterista, a mi vieja le fascinó, y comentarios sobre los juegos artificiales, Betty dijo, Sabes que me gustaría ahora? Comprarte una remera de Kiss, pero yo se donde la venden por $2.-!.
Casi muero de la risa, nunca deja de ser Betty.
Gracias Ogui nunca te lo voy a poder retribuir, y gracias viejos, por enseñarme a vivir feliz.


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2 comentarios:

chino dijo...

Alguien decía que la felicidad son momentos, no? Me alegro que lo hayas disfrutado y "la hayas disfrutado"

Mar dijo...

chino:

Khalil Gibran lo decía y discrepo, la felicidad es un camino a recorrer un estado a conseguir, momentos tiene aquel que confunde felicidad de alegría, yo veo mucha felicidad en vos siempre, es mas los domingos asaderos te desborda....