Se llamaba Don José, o simplemente José, para algunos Giuseppe, hombre alto de barba oscura, casi ingeniero civil, pero recibido en la vida, sin repetir materias, y sin dejar de aprobar con las mejores calificaciones.
Intimo amigo del Dr. Strauss, incluso no pecó al decir que fue su mentor en mas de una de sus revoluciones.
Fue una tarde de Mayo, antes de su cumple, que cayó de visita al consultorio de nuestro Dr. con una intención mas allá de la amistad.
Se vieron, se abrazaron y se pusieron al corriente de las tropelías que ambos habían hecho durante el tiempo que estuvieron ausentes en la vida del otro, si es que el término ausente define la situación, la realidad indica que nunca un amigo está ausente por mas que físicamente no esté.
Luego, y aprovechando que el Dr. tenía la tarde libre, se sentaron cómodamente en el consultorio, café y pipa por medio, fue ahí donde José escupió su historia.
Sabés qué pasa, todos estos años he vivido una sucesión de cosas que me pasaron de largo, como aletargado por la rutina, cosas que tienen nombre propio, cosas como el trabajo, mi esposa, mis hijos, mis amigos, pero todo cambió vertiginosamente, mi trabajo me dio el título de desempleado, ahora soy remisero, mi esposa la categoría de ex marido, ahora soy separado, mis hijos, crecieron y me dieron la membresía de antiguo, mis amigos se distanciaron y me condecoraron como abandónico, hoy, solo en mi casa me miro y me veo tan distante del que era…. Y eso me asusta, la verdad es que no sé cómo volver…!!
Strauss, que en ese momento dejó de ser Dr., se acarició la barba lenta y plácidamente, pitó y lanzó una bocanada de humo, y le dijo, volver?…a dónde?
A ser el que era, el José de antes…. Y…. para qué? Para qué deseas volver?. Para cambiar los pasos vividos y volver a empezar Strauss… uhhh qué aburrido Giuseppe!! No te parece que estás mirando mucho hacia atrás?? Tal vez sea eso lo que hace que tropieces… la cara de desconcierto de José fue más que evidente, entonces Strauss se explicó, Claro, mirá, la vida es un continuo avanzar, si miramos hacia atrás en tributo a la nostalgia del camino recorrido, no podemos mirar hacia donde vamos ni menos donde estamos o sea el presente y el futuro, y por consiguiente tropezamos, sufrimos, puteamos, hacemos daño, etc.… me explico? Su amigo se quedó meditando un breve instante…y sentenció, entonces esta todo perdido!!! , la risa de Strauss fue ruidosa y llamó molestamente la atención de Giuseppe, perdido??? Nada más lejos de la realidad, nunca podés estar perdido si te encontrás, y lo que estas viendo y viviendo es el primer paso a acercarte a tu más preciado tesoro, vos mismo.
El humo en esa habitación era espeso, tal era así que parecía la charla de dos ciegos en la niebla, solo las voces y la borrosa imagen del que estaba enfrente era el lazo de comunicación que tenían.
Strauss continuó: fijate, sabés que es lo que deseas?, Sí!!! Ser lo que era dijo José, seguro? Pregunto Strauss.. y prosiguió, si sos lo que eras, no solo no evolucionaste sino que cometerías los mismos errores como parte de la rutina de vivir, y tendrías a la negación como aliada para convencer a tus emociones de que el camino de la infelicidad que recorres…es el que te hará feliz… contradictorio no??? Más que contradictorio ridículo diría yo, dijo José un poco más relajado y empezando a entender por donde iba su amigo, una sonrisa picarona se dibujo en Strauss y siguió su idea, lo que debes hacer es más simple.. Siempre es más simple lo mejor para uno, fijate qué es lo que le da felicidad a tu corazón, no pienses, sentí, se honesto con tus emociones, y dejate llevar,…Sin importar donde me dejen? Preguntó la visita, Obvio!!! Vivir es una aventura que bien vale el coraje para emprenderla…. Vivir no es solo quemar segundos, sino adquirir experiencias. Y luego?? Qué hago luego… una vez que escucho lo que siento???, Straus lo miró fijamente a los ojos, se acercó confidentemente, y en un susurro le dijo, una vez hecho eso… aprendé, disfrutá, se felíz, y de una vez por todas…. VIVI TU VIDA!!!....
Hubo silencio, hubo complicidad, hubo amor, hubo apoyo, hubo una verdadera amistad….
José se fue a su casa, se baño y fue a visitar a su sobrino Claudio, a quien hacia años no veía, y deseaba ver… Strauss se refugió en el sillón de su morada, sentado y meditando la charla, grabó todo el momento vivido y se dijo a si mismo, “qué buena charla, qué feliz estoy, por fin dejamos de hablar como antes…aun lo recuerdo, cuando nos encontrábamos en la calle y nos decíamos HOLA DON PEPITO, HOLA DON JOSE, PASO USTEDYA POR CASA POR SU CASA NO PASE, VIO USTED A MI ABUELA , A SU ABULEA YA
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